AZÚCAR E INFLAMACIÓN

16.01.2023

¿Eres adicto al pan o a los dulces? ¿Te sientes hinchada, te cansas fácilmente o dejas pasar los días sin hacer ejercicios? Si es así, ten por seguro que tu cuerpo está luchando por contrarrestar los efectos nocivos de la inflamación. Pero, ¿qué es la inflamación, y cómo podemos evitarla o minimizarla?



La inflamación no es más que una respuesta de nuestro organismo ante una lesión, cirugía o irritación. No siempre la inflamación tiene que ser motivo de preocupación. Por ejemplo, después de una cirugía es normal que el área se hinche, duela y se torne más caliente que el resto del cuerpo. Estos síntomas de inflamación nos indican que hay un mayor flujo de la sangre en esa área y éste no es más que un mecanismo de defensa que se activa en nuestro cuerpo, después de experimentar un evento traumático. A este tipo de inflamación se le denomina aguda.

Pero los expertos están preocupados por otro tipo de inflamación. Esa que es a nivel celular, producto de una mala alimentación y una vida sedentaria y que además ha sido vinculada al riesgo de padecer enfermedades crónicas

NIVELES ALTO DE TRIGLICERIDOS

El consumo de alimentos ricos en azúcar como los dulces, helados, refrescos gaseosos con azúcar, pan y galletas dulces de todos tipo elevan los niveles de triglicéridos.

El hígado convierte el exceso de azúcar en triglicéridos y los almacena en las células del hígado como grasa y se almacenan en el cuerpo

Una vez digeridos, los triglicéridos de la dieta circulan en la sangre para ser utilizados como energía por las células. Almacenan las calorías no utilizadas y proporcionan energía al cuerpo.

Los triglicéridos altos a menudo son un signo de otras afecciones que aumentan el riesgo de sufrir enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular, incluyendo la obesidad y el síndrome metabólico,

ENDULZAR CON FRUTAS Y VERDURAS

Podemos utilizar para endulzar nuestros pasteles frutas: platano, Manzana cocida , dátiles o Mango

Basta con batirlo con la batidora hasta hacerlo una pasta y agregarlo a la masa. En este caso la fruta batida aportará un poco más de humedad, así que puedes añadir una pizca más de ingredientes secos (cacao, harina, almidón, etc) y un poquito más de levadura, ya que también aporta un poco más de peso a la masa.

Para un bizcocho de 18 cm de diámetro se pueden añadir hasta 2 plátanos maduros hechos puré, 1 manzana o 10 dátiles, dependiendo del dulzor que queramos darle.

Las verduras y hortalizas dulces (zanahoria, boniato, calabaza...) también nos sirven. Se necesita más cantidad así que serán la base de tu receta y tendrás que ajustar de harina y líquidos para que quede esponjoso. Es fácil, mientras hacemos la masa solo tenemos que ir añadiendo los ingredientes líquidos y los secos y que al final nos quede una masa untuosa más que pastosa.

Las verduras no son tan dulces como los dátiles o el plátano (así que necesitarás más cantidad).

Un plátano maduro nos sirve como sustituto del huevo, sustituto del azúcar y en parte como sustituto de las mantequillas y las margarinas por su textura cremosa y capacidad para retener líquidos. Puedes poner medio plátano más y reducir la cantidad de aceites en la masa.

La manzana cocida además de aportar dulzor nos aporta en las masas esponjosidad, así que no la olvides en tus masas sin gluten.

Si combinas con especias como canela, anis, o hinojo lograrás mezclas ricas y saludables.

OBJETIVO: 

-QUE NO NECESITES ENDULZAR NADA POR QUE YA SEA DULCE
-EDUCAR TU PALADAR Y CAMBIAR TUS HÁBITOS



LA INGESTA EMOCIONAL: EL PODER DEL AZÚCAR EN LAS EMOCIONES.

La ingesta emocional consiste en el uso de la comida como vía de escape o como herramienta para afrontar las emociones que nos producen un malestar psicológico significativo.

Las personas que recurren al alimento rico en grasas y azúcar como vía de gestión emocional son conscientes de que esta situación puede hacer que su peso aumente, lo cual hace que se sientan peor y por consiguiente su estado emocional empeore, sin embargo, recurren nuevamente al alimento como formal de alivio, ¿Por qué? La respuesta es simple: por un proceso de aprendizaje.

Cuando una persona se encuentra psicológicamente mal y acude al alimento rico en azúcar como forma de alivio su malestar disminuye, por lo que su organismo aprende a comer para aliviarse.

Mi cabeza ha aprendido a comer para calmarse y ante cualquier situación difícil me va lanzar un mensaje: "Ey, come dulce!

Por qué no nos apetece una manzana o una pera en estas situaciones y si un pastel o un plato de pasta;

En el cerebro existe una zona conocida como "circuito de recompensa" que al ser estimulado libera dopamina, una sustancia química relacionada con las sensaciones de placer y bienestar. Este circuito de recompensa es estimulado entre otras cosas por el amor, las drogas, el deporte, las grasas y el azúcar, por lo que es mucho más placentero comernos un pastel que una manzana, ya que los alimentos ricos en grasas y azúcar estimulan mucho el circuito de recompensa produciendo un gran placer psicológico.


QUE EMOCIONES TE LLEVAN A COMER AZÚCAR O ALIMENTOS DULCES.

Se asocian al deseo de tener amigos, amor y sentir más amabilidad.

Los efectos emocionales del azúcar están reflejados en múltiples publicaciones científicas. Es de sobra conocido el efecto adictivo debido a su acción sobre el sistema opioide endógeno que produce una sensación temporal de bienestar. El incremento de los niveles de glucosa en sangre también se relaciona con la sensación de disponer de más energía.

Alimentos con harinas. El deseo de bocadillos, pizza y pasta indica que los sentimientos que predominan son soledad, tristeza o incluso depresión. Esta relación se basa en un efecto similar al del azúcar: son carbohidratos de cadena simple que acaban aumentando los niveles de glucosa en sangre. Pero, como en el caso anterior, eso provoca una sensación de bienestar y energía que es solo temporal. Además, el gluten de estos alimentos tiene un efecto depresivo, según un estudio publicado en Alimentary Pharmacology & Therapeutics.


NECESITAMOS DULZOR A TODOS LOS NIVELES DE NUESTRO SER, Y SU CARENCIA SE TRADUCIRÁ MUY FRECUENTEMENTE A QUERER SACIARLA CON ALIMENTOS FÍSICOS, COMIDA CON EFECTOS EXTREMOS


-Sabor DULCE no significa postres. Hay que generarlo en todos los platos, desde la sopa, al primer plato y al segundo

- El uso de cremas dulces de verduras, nos dará la energía de relax y sosiego que necesitamos después de un día ajetreado y con stress. Preparando a nuestro sistema digestivo para absorber y digerir con gratitud todos los demás alimentos que precederán.

-Podemos preparar suculentas sopas con cereales o leguminosas, estofados, ensaladas, paellas, risottos, cremas para desayunos con cereales integrales... las variaciones son innumerables, pero con ellas esta garantizado el sabor DULCE de calidad que nuestro cuerpo físico necesita.

-También una nutrición pobre en proteínas hará que nuestro cuerpo desee más DULCE. Mucha gente queriendo optar por una forma de vida más natural, reducen el aporte de proteínas o cambian drásticamente de una alimentación puramente de origen animal a la vegetal. Este cambio brusco y sin amor a uno mismo, hará que el cuerpo físico desee mas dulce, especialmente refinado y extremo, No llegando nunca al punto de sentirnos satisfechos, ya que el punto de partida o solución esta en otra dirección

-También la falta de aceite, producirá unas ansias de DULCE. En la dieta mediterránea no existe el problema, incluso a veces se utiliza demasiado aceite. Pero en personas que cambian drásticamente a dietas de origen vegetal y reducen a la vez la cantidad de aceite, pueden acusar este síntoma.

  • El apartado de VERDURAS, es fundamental para poder dar al cuerpo un buen aporte de DULZOR. Incluyendo además, efectos de FRESCURA, LIGEREZA, APERTURA y RELAJACIÓN. Hay que hacerse amigo de las verduras. Conocer el carácter y personalidad de cada una de ellas y saber sacarles partido, para que se relajen, se rindan a nosotros y nos den el DULZOR que poseen.
  • Para que las verduras nos ofrezcan su máximo DULZOR, hay un factor fundamental a considerar: el factor TIEMPO. Cocinando las verduras de raíz o redondas, poco a poco, con cariño, obtendremos la calidad energética de centro, equilibrio y relajación que tanto necesitamos en nuestras vidas.
  • Si tomamos platos de verduras dulces a diario, nos sentiremos con menos ansias por dulces extremos de azúcar, pastelería y chocolate.

Al no tomar azucares extremos rápidos, no tendremos las subidas y bajadas emocionales que acompañan su consumo. Ni nos sentiremos cansados y apáticos.

  • Como resultado, nos sentiremos más centrados, más equilibrados en nuestra vida y preparados para poder asumir con responsabilidad y energía lo que la vida nos ofrece a cada momento.
  • Tendremos una calidad de energía constante, sin tantas fluctuaciones extremas.
  • Nuestra confianza en nosotros aumentara sorprendentemente, ya que no tendremos el sentido de culpabilidad por haber comido esto aquello.....
  • Al cambiar interiormente, también nuestro exterior será diferente. Y poco a poco los demás lo percibirán. Especialmente, porque al nutrirnos de DULZOR, también podremos compartirlo con los demás. Vale la pena!!

Mi recomendación es que trates de evitar tanto aquellos alimentos que contengan azúcar en su composición como los que incluyan sustitutos del mismo, ya que en el fondo son alimentos no indicados en una alimentación saludable.

© MAR ABELLAN NATURÓPATA Y COCINERA TERAPÉUTICA
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